lunes, 4 de enero de 2016

POSICIONES BÁSICAS DEL PORTOR

El apoyo que ofrece el cuerpo del portor al ágil es una de las funciones de máxima responsabilidad, debido a que de la estabilidad de la posición del portor dependerá la ejecución de una posible pirámide. Este apoyo puede ser estático o dinámico.
En lo que respecta al apoyo estático, el cuerpo del portor le sirve como superficie de apoyo al ágil para la realización de diversas posiciones estáticas y dinámicas, pudiendo variar la zona corporal que el ágil usa de apoyo, realizando así una gran variedad de figuras y acciones motrices.
En lo referente al apoyo dinámico, el cuerpo del portor puede adoptar diferentes formas de apoyo donde se puede ver reflejado el dinamismo, ya sea gracias al movimiento del ágil sobre el apoyo del portor, gracias al movimiento del portor manteniendo al ágil en equilibrio o gracias al movimiento simultáneo de ambos.

a) Posición bípedaPara una realización óptima de esta posición, el portor debe aumentar su base de sustentación abriendo las piernas en la medida correcta, bajar el centro de gravedad y disminuir sus brazos de palanca para aumentar así la estabilidad de la posición.
Una vez el portor ya se encuentra sosteniendo al ágil, debe mantener la espalda lo más recta posible, en línea con las piernas, para evitar tensiones innecesarias.
b) Posición de rodillas (cuadrupedia): En esta posición, las rodillas deben permanecer paralelas con una separación similar a la anchura de los hombros, los muslos y los brazos deben estar extendidos y alineados perpendicularmente al tronco y los dedos de las manos estirados mirando hacia adelante. La espalda en esta posición debe mantenerse plana.
c) Posición tumbada supina: Para la correcta realización de esta posición la espalda debe estar colocada recta, totalmente apoyada en el suelo, para lo cual será necesario mantener la pelvis metida hacia adelante. De esta manera evitamos que se sobrecargue la zona lumbar como consecuencia del arqueo de la espalda.

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